El 2 de Octubre de 1968 se realizaba en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, una gran manifestación estudiantil en demanda de mayor libertad de expresión, a unas cuantas semanas de que se celebraran en México las Olimpiadas.
En el edificio Chihuahua, un helicóptero sobrevolaba la Plaza de las Tres Culturas y arrojo luces de bengala, esta fue la señal para que el ejercito abriera fuego contra miles de estudiantes, algunos testigos aseguran que también iniciaron disparos la famosa "brigada blanca", vestidos de civil pero identificados por un guante blanco en la mano izquierda como distintivo.
Muchos manifestantes que lograron escapar del tiroteo se escondieron en departamentos de edificios aledaños, pero esto no detuvo a los miembros del ejército, que sin orden judicial, irrumpieron a cada uno de los departamentos de todos los edificios de lo que conforma la Unidad Tlatelolco, para capturar a los manifestantes.
Horas después, la plaza estaba llena de zapatos y cadáveres, los estudiantes fueron llevados a golpes a dos lugares: las puertas de los elevadores del edificio Chihuahua, donde fueron desvestidos quedando solamente en ropa interior, y al ex-convento situado al lado de la Iglesia de Santiago-Tlatelolco, donde reunieron a aproximadamente 3000 detenidos.
La Plaza fue limpiada por el cuerpo de bomberos y la tropa de soldados se mantuvo ahí hasta el 9 de octubre. Varios testigos aseguran que durante este tiempo, el Batallón Olimpia se disfrazó de empleados de luz y agua para poder buscar estudiantes fácilmente. Los detenidos, por su parte, fueron enviados a distintas cárceles de la Ciudad de México, los principales organizadores fueron enviados al Palacio Negro y al Campo Militar No. 1
Aun se desconoce la cifra exacta de las victimas, el gobierno manifestó que fueron solo 20 muertos, hasta esta fecha se han contabilizado cuatrocientos muertos, por cartas de denuncias de desapariciones de madres, pero nunca podrá llegarse a la cifra exacta.
En 1968, México era gobernado por Gustavo Díaz Ordaz, mientras que Echeverría Alvarez fungía como secretario de Gobernación, quienes nunca pudieron explicar de forma clara y veraz esos acontecimientos.
Hoy en día recordamos esta fecha con la frase 2 de Octubre no se olvida, si todos los mexicanos nos uniéramos y apoyáramos la causa sin ningún fin económico o político otro país seria.
Es una tristeza que ahora se vea a los estudiantes como delincuentes, cuando ellos solo luchan por un mismo fin. El gobierno hoy en día es una basura, sumando los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, ya es una burla lo que hacen con el pueblo, y aun es mas indignante que el pueblo no hace nada.